Vegetación exuberante, un volcán sagrado, el clima privilegiado y su gente deliciosa. Esta isla lo tiene todo.
Sólo con escuchar el suave acento tinerfeño uno podría pensar que se encuentra en Centroamérica. Pero también contemplando las enormes plantaciones de plataneras, los acantilados vertiginosos cayendo al mar, la tierra volcánica cargada de exotismo y sus casas de época colonial.
Si quieres alojarte en una de ellas, reserva en Hacienda Cuatro Ventanas.
Una hacienda tradicional canaria del siglo XVII junto a la playa del Socorro. Cuenta con seis villas con piscina y un magnífico jardín tropical.
Está adscrita a Be Tenerife (betenerife.com), un club de alojamientos con encanto en la zona más chic de la costa norte de Tenerife.
La idea de su creador, el fotógrafo Alberto del Hoyo, es dar a conocer la isla de una manera auténtica y diferente. Para ello planea, entre otros, buceo con ballenas, fotografía subacuática, treking bajo la luna o conciertos de jazz.